Ya que hasta el momento no había probado los muy famosos hot cakes, pancakes o panqueques americanos, pedí un plato que traía dos y un poco de panceta (bien saludable para empezar la mañana :P). A los panqueques tradicionalmente se los come con Maple Syrup, por lo que así los comí.
Los panqueques son muy ricos, bien esponjosos. Me hicieron acordar mucho a la masa de los dorayaki (mi dulce japonés favorito).
Pancakes |
No pude acabar todo el plato, a pesar que parezca que dos pancakes no es mucho... :P ahhh pero también había panceta (bien pero bien crocante), aún que gracias a mi sentido de culpa tampoco la comí toda!
Luego del suculento desayuno pasamos por un par de tiendas de venta de productos de arte.
De allí, Teresa me regaló una especie de espátula para icing (para lograr cubrir perfectamente las tortas con buttercream, como estoy aprendiendo con Irene :D ). Y yo me compré además algunos sellos divertidos que se me ocurrió utilizar el diseño de alguna torta en el futuro.
Más tarde fuimos a Huntington Village a almorzar, Teresa, Gabriella y yo. Entramos a una pizzería y en el mostrador elegimos los sabores de pizza que queríamos. Aquí en común, ver en una vidriera variedad de sabores de pizza, ya porcionados. Puedes elegir por porción, el sabor o sabores que deseas, y en el local calientan la pizza y te la llevan a la mesa. Por lo que sería una pizza recalentada en teoría, con la ventaja de que si estás solo, y quieres comer pizza, pueden pedir las porciones que vas a comer.
Me pedí dos porciones de pizza, una que tenía mucha salsa bien sabrosa y poco queso, y otra común (salsa y muzzarella). El sabor 10 puntos, la textura 10 puntos (no parecía una pizza recalentada, sino que como recién hecha, con un piso bien crocante), la temperatura 10 puntos, el tamaño de las porciones GIGANTESCAS! Con una sola porción me hubiera re alcanzado!
La pizza acá en Estados Unidos es muy buena. Sería más bien, lo que en Uruguay le llamamos Pizzetas. De verdad muy bien hecha! Ya saben que probar si se vienen para éstos lados ;)
En el camino a la pizzería habíamos visto un par de pastelerías, así que al salir nos dirigimos allí. Yo con el estómago a punto de reventar pero mi gran curiosidad y apetito por conocer, hacían que aún quedara un lugarsito para el postre.
A un día del Labor Day muchos negocios se encontraban cerrados; y entre ellos, lamentablemente, una de las pastelerías que habíamos visto. Aún con esperanzas seguimos caminando, y nos dirigimos a la otra pastelería.
Y afortunadamente estaba abierta! Se trataba de una pequeña pastelería y cafetería de la cual había escuchado recomendaciones, por lo que mis expectativas eran altas.
El lugar se llama Kiss my Cake.
La ambietación muy buena, con un estilo bien definido. Me decepcionó un poco que el lugar se llamara Kiss my Cake y que no tuviera ni una porción de torta a la venta.... Un lugar llamado así, teniendo un mostrador con productos a la venta, para llevar o comer en el local, debería tener por lo menos un tipo de torta para ofrecer a los clientes que pasan (aún que, sí hacen tortas por pedido).
En resumen, en el local vendían cupcakes, trufas, macarons franceses y helados.
Compré varias cosas para llevar: un cupcake sabor tiramisu, 3 trufas (s'mores, nutella y dark chocolate) y 3 macarons (peanut butter, dark chocolate y thai coconut cream).
Fuimos entonces a Starbucks, y con un rico café con leche frío me dispuse a comenzar la degustación.
Comencé con los macarons. Los cuales se llevaron un aplauso. Los sabores eran los prometidos y los macarons estaban bien hechos. Sin embargo, posiblemente porque no soy una fanática de los macarons, tampoco puedo decir que fue lo que mejor comí en mi vida!
Luego comí las supuestas trufas. Y ahí toda la pastelería Kiss my Cake tiró toda su reputación en el piso y le saltó encima. Las trufas se hacen principalmente con dos ingredientes crema doble y chocolate.
Para que las trufas sean exquisitas sólo se necesita un buen chocolate y un buen manejo del mismo (más buen balance de sabores entre otras cosas).
Pero... después de la presentación que ví en uno de los mostradores, no podía esperar otra cosa más que un sabor y textura perfectos!
Sin embargo, no pude creer con lo que me encontré! Una trufa hecha con restos de bizcochuelo.... Y todas sabían igual... Nunca pude saber cuál era cuál... Sólo eran unas bolas apelmasada de restos de bizcocho, bañadas en chocolate. Si fuera un árbitro en un partido de fútbol, esas trufas llevaban una tarjeta roja, y eran desterradas más que expulsadas :P
Finalmente, el cupcake... Rico, pero el Tiramisu faltó sin aviso. No se puede vender algo sabor tiramisu y que no tenga un mínimo de gusto a queso y café!
Según mi tía, Teresa, es normal encontrar ese tipo de productos en éste país: presentaciones bien logradas, pero sabor regular. En mi mundo primero es el sabor, y luego es la presentación. Cuando el sabor es bueno, no importa si la presentación no es tan buena. Pero si el sabor es malo, la presentación aunque sea espectacular, no tiene ningún sentido.
La comida es comida, y tiene que ser rica!
Al final del día fuimos hasta Long Beach, a visitar a Daniella (hija de Teresa, hermana de Adriana). Es una hermosa ciudad, llena de bares, playa y mucha gente joven. El día no ayudó...estaba lloviendo, pero la compañía fue excelente!
Les dejo ésta tercera parte de mi corta travesía por New York. Mañana les traeré la cuarta y última parte. :)
Totalmente de acuerdo, sabor antes que presentacion!
ResponderBorrar:D ;)
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