El viaje sería largo, pero valdría la pena para salir un poco del pueblo, hacer algo diferente, y reencontrarme con familia.
No se imaginan lo difícil que fue poder organizar un horario conveniente para viajar! En primer lugar tenía que dirigirme a otro pueblo para poder acceder a un tren o bus que me llevara fuera de Vermont. Elegí ir a hasta Bellows Falls, y desde allí viajar a través de Greyhound (compañía de bus grande).
El problema con el que me encontré fue que, el omnibus local que me llevaría de Ludlow a Bellows Falls trabaja únicamente de lunes a viernes (jajajaja, eso para mí era un poco increíble). Además, el lunes sería el "Labor Day" (día de los trabajadores) por lo que no habría transporte tampoco hasta Ludlow (claro que si no trabajan los fines de semana, menos iban a trabajar un feriado!). Tuve la suerte de que Irene y Michael se ofrecieran a llevarme e irme a buscar. Por lo que absolutamente agradecida con ellos, decidí continuar con mis planes de viaje!
Quise entonces comprar mi ticket de bus a través de la web de greyhound (como aparentemente sería normal hacerlo). Pero al llegar a la página en donde ingresaría los datos de mi tarjeta de crédito, la página me indicó "Error, no es posible acceder a éste servicio para esa ciudad, diríjase a una estación de Greyhound para completar la solicitud o llame al 8......".
Luego de llamar repetidas veces, conseguí el número de la estación de Bellows Falls, y allí me indicaron que la estación abría 15 minutos antes de que el bus saliera, así que podría comprar mi ticket justo antes de salir.
El sábado, llegué a la estación alrededor de una hora antes de que el bus partiera. Caminé por Bellows Falls... mirando algunos negocios cerrados ya que eran las 8 de la mañana.
Estación Bellows Falls |
Estación Bellows Falls Amtrak Greyhound |
Connecticut River |
Bellows Falls |
Bellows Falls |
Bellows Falls |
El bus salía a las 9:10... y 8:55 aún no habían abierto la estación... Mi confianza y mi ansiedad aumentaban con cada segundo que pasaba y no veía movimiento. La estación estaba completamente desierta, y yo sentada sola, en un banco, esperaba a que algo sucediera.
A las 9 am llegó un auto a la estación, del que se bajó un hombre y me preguntó si estaba esperando algo. Era el empleado de la estación! Luego de tomarse su tiempo (recordé entonces, que cuando llamé a la estación, el hombre que me había atendido me había mencionado que los fines de semana trabajaba un hombre que era muy lento).
Y de verdad que lo era! El boleto salía 86 por lo que pagué con un billete de 100 y le dí 6 para que me devolviera 20... El hombre me dijo que con los 100 ya me alcanzaba... Traté de explicarle en vano que era por un tema de facilitar el cambio... pero como no entendió, me respondió que el tenía cambio suficuente en la estación.
9:10 llegó el omníbus. Siendo la única pasajera que subía en Bellows Falls, el omníbus arrancó luego de que subí. Viajaban en él alrededor de 5 personas que habrían subido en estaciones anteriores. Sin embargo, luego de muchísimas paradas (muchas más de las deseadas) el omníbus se llenó de gente. 15:30 debía ser nuestra hora de arribo, pero esa hora terminó transformándose en 15:50.
Mi tía me esperaba en la estación. Yo debía enviarle un mensaje o llamarla al llegar. Sin embargo, al llegar, me di cuenta de que Port Authority, la estación, era mucho más grande de lo que me había imaginado. Iba a ser difícil encontrarnos allí! En seguida, tomé mi celular y vi que no tenía servicio... intenté entonces, en vano, conectarme al wifi de la estación. Vi luego un cartel que decía "Salida a la calle 8"... Decidida, subí las escaleras mecánicas y salí a la calle. Mi celular aún no funcionaba.
Ya un poco desesperada, comencé a buscar con la mirada hacia todos lados... pero a mi tía no la veía por ninguna parte. Volví a entrar a la estación y encontré un teléfono público. Llamé al celular de mi tía repetidas veces, pero nunca me contestó. Ya a esa altura estaba poniéndome bastante nerviosa, imaginando como dormiría tirada en la estación, sola, hasta poder volver a Ludlow :P
Al final, mi celular de pronto comenzó a andar.... Nunca entendí lo que había sucedido. Pero me sentí realmente agradecida cuando escuché el timbre de un mensaje que había llegado! Finalmente, con mi tía acordamos encontrarnos en la calle, en la salida de la calle 8 y la 41.
Entonces, ya a las 16:30 y juntas pudimos comenzar a caminar por Manhattan. En seguida me preguntó que quería hacer... Y recordé que había un local de ramen bastante cerca de donde estabamos y que abría a las 17hrs. Sabiendo que para ese local normalmente se hace cola para entrar, en seguida caminamos en dirección a la calle 51.
El local llamado Ippudo es un restaurant japonés de ramen (Ya una gran cadena de restaurantes de Ramen originaria de Japón, ahora con locales en varios países además de Japón). El ramen o ラーメン es la versión japonesa de la sopa de fideos originaria de China. El sabor es totalmente exquisito y bien pronunciado. Los japoneses (y asiáticos en general) lo comen bien caliente, y al comer los fideos los sorben haciendo mucho ruido, con lo que evitan quemarse debido a la alta temperatura de la comida.
Ippudo Ramen Shop |
Existen variaciones de sabor como ramen de salsa de soja, de sal, de cerdo, de miso, de camarón... Creo que la característica que los une, es que el caldo es bastante denso, y cocinado por muchas horas (alrededor de 12 horas); además de que todas llevan fideos (los fideos pueden variar de tipo según el local de ramen), y acompañamientos (pueden variar: cerdo, brotes de soja, cebolla de verdeo, huevo, etc). Mi ramen favorito: el ramen de cerdo.
Mi tía no había probado aún el ramen. Me pareció raro ya que antes, viendo el mapa de Manhattan, pude ver que los locales de ramen así como también los de comida japonesa son realmente populares (casi que hay uno por cuadra). De hecho, en un momento me pregunté: éste es el mapa de Nueva York o de una ciudad de Japón? XD
Cuando la gente comenzó a ingresar al restaurant, noté que había una persona que cumplía únicamente la función de dar la bienvenida. Recibía a las personas y decía en voz alta la cantidad de personas que ingresaban por cada grupo y luego decía Bienvenidos (en japonés), mientras que todos los demás mozos y cocineros gritaban también al unísono Bienvenidos (en japonés). Esa modalidad evidentemente es parte de ese restaurant. A mi me pareció muy molesto, ya que no se podía comer tranquilo, entre los gritos del personal, cuando entraba gente y aún más... cada vez que llevaban la comida a la mesa, el mozo que la llevaba gritaba en japonés lo que estaba llevando.
Fue la primera vez, en un restaurant de ramen, que presencié semejante griterío. En Japón, nunca me pasó algo parecido... pero después de todo, en Japón hay millones de tiendas de ramen... de las cuales yo sólo conocí tan sólo unas pocas (tal vez unas 6).
A pesar de todo, el ramen de Ippudo vale la pena. Nosotras pedimos el Karaka Men: la sopa de fideos original de Ippudo de Tonkotsu (cerdo), con mezcla de especias picantes, topping de cerdo (chashu), hongos, cebolla de verdeo, col china, cerdo picado y cebollines. Precio: USD 14.
A cada rato, venían los mozos y limpiaban la mesa cuando veían que habías salpicado sopa o incluso secaban el mismo "sudor" del vaso de agua.... Entre sus idas y venidas, los mozos observaban de reojo, para ver si habías terminado, y preguntaban para llevarse el plato. Mi tía y yo, encantadas comiendo, comentamos que donde se llevaran nuestro tazón antes de terminar matabamos a alguien! :P
Al salir, caminamos un poco por Manhattan e ingresamos a un par de pastelerías. Entre ellas, Cake Boss café, la cual estaba llena pero muy llena de gente. De hecho, si hubieramos querido comprar algo, probablemente deberíamos haber esperado 1 hora mínimo hasta ser atendidas. A mi no me gusta esperar ni hacer cola... así que miramos alrededor y salimos. Además, luego de un comentario de mi jefa, no tengo mucha confianza de que valga la pena esperar tanto tiempo por comer algo de Cake Boss café.
Tienen la cocina a la vista, lo que me parece espectacular :D
Una clienta de Irene, compraba antes sus tortas de cumpleaños en la pastelería Carlo (Cake Boss), pero en éstos últimos años la calidad de las tortas y el sabor comenzó a caer, por lo que dejó de ser lo mismo. Por ese motivo, actualmente, ella le compra sus tortas a Irene.
Y es algo entendible... debe ser muy difícil crecer tanto, como lo ha hecho la pastelería Carlo, y mantener la misma calidad. Cuentan con varias sucursales en varios puntos de Estados Unidos, una gran fábrica, y encima venden también productos en el supermercado....
Comparto también otras fotos de una pastelería visitada. Todo se ve muy bien!
Me despido por ahora.... estén atentos a la segunda parte de New York.... Más sobre pastelerías y algunos lugares de la gran ciudad.
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