Japón

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27 de agosto de 2016

Modales japoneses a la hora de comer

Es cierto que los modales a la hora de comer varían mucho de una cultura a otra.


Pues bien, los japoneses tienen su propia lista de modales, de lo que es socialmente aceptado y de lo que es un rotundo NO.

Ya que normas de cortesía hay muchas, me parece que lo mejor es pasar a destacar lo más importante.


Modales con los palitos o palillos...

Imagen de referencia obtenida en google imágenes, de autoría desconocida.

1- No uses los palitos para otra cosa que no sea para comer (no juegues con ellos, no señales, etc).

2- No utilices los palitos para pinchar la comida como si estos fueran un tenedor. Si no sabes utilizarlos, será mejor pedir un tenedor, antes que faltar el respeto de los demás comensales.

3- Definitivamente no chupes los palitos.

4- No pases la comida con tus palitos a los de otra persona. Esto recuerda a los ritos funerarios por lo que es un NO gigante (durante los ritos funerarios, luego de la cremación, los huesos se pasan con palitos de un familiar a otro hasta la urna).

Imagen de referencia, de google imágenes, de autoría desconocida.

5- Jamás dejes los palitos clavados dentro de un bowl de arroz. Otra vez, esto tiene que ver con los ritos funerarios, en donde se ofrece un bowl de arroz con los palitos clavados al difunto.

Otros modales

- Cuando comas, tus manos deben estar visibles en la mesa. Es de mala educación dejar una de tus manos, por ejemplo, reposando en tu regazo.

Imagen de referencia obtenida en google imágenes, de autoría desconocida.

Al comer arroz, con una mano levanta y sujeta el bowl y con la otra toma los palitos
Imagen de referencia obtenida en google imágenes, de autoría desconocida.

- Antes de comer los japoneses dicen la palabra "Itadakimasu". Esta palabra en resumen representa un sentimiento de gratitud y respeto hacia todo el trabajo que hay detrás de cada plato de comida (desde quien cosecha las verduras y caza el pescado hasta quien cocina en casa) y hacia los mismos ingredientes.


- Al final de cada comida se dice la expresión "Gochisousama deshita" en la cual aparece nuevamente el sentimiento de gratitud.
Esta expresión, se utiliza también, por ejemplo, si alguien paga por ti en un restaurante, le dices directamente "Gochisousama deshita" agradeciendo la invitación.


Lo que viene es probablemente parte de otro capítulo, pero es algo que me gustaría advertir, en relación con los modales de la mayoría de los occidentales...
En cuanto a ruidos... En Japón, verás que todo el mundo sorbe los fideos haciendo bastante ruido. Para un occidental podrá ser muy grosero, pero para los japoneses esta costumbre es de lo más normal (tanto para hombres como para mujeres). No es algo ni de buena ni de mala educación, sino que es más bien, una manera de comer.

Este hábito sobresale aún más en los restaurantes de Ramen, en donde los fideos vienen en una sopa muy caliente. Al sorber fuertemente los fideos al comer, se logra enfriar un poco la comida y tomar un poco de la sopa al mismo tiempo. No verás, normalmente, a alguien soplando los fideos antes de comerlos y tampoco esperando a que la temperatura de la comida baje antes de comenzar.

Tal como me ha comentado Kiyo, en el caso de los fideos con sopa caliente, se deben consumir en el mismo momento en que son servidos ya que de lo contrario, con la alta temperatura se continúan cocinando, se ablandan, se expanden y entonces el bowl de Ramen pierde su punto justo.




En definitiva, estos son los modales básicos a la hora de comer en Japón y sobre todo al estar con japoneses durante una comida. 

De todos modos, siempre que un "gaikokujin" (extranjero) comete alguna equivocación en la etiqueta es excusado, pues se entiende que su cultura es diferente. Sin embargo, si vives aquí por un tiempo y continúas repitiendo los mismos errores, tu conducta comenzará a convertirse en una grave falta de educación.

Gracias como siempre a todos por seguir leyendo y comentando!!!!



24 de agosto de 2016

Vacaciones de verano Japonesas

Las vacaciones escolares de verano en Japón duran aproximadamente un mes. Son cortas, si comparamos con las largas vacaciones uruguayas en las que los estudiantes son capaces de disfrutar de más de dos meses de tiempo libre. Y mientras que los uruguayos (si fueron buenos estudiantes) no asisten al colegio durante el verano, algunos japoneses todavía lo hacen, en el caso de ser parte de algún club de deporte del colegio o actividad extracurricular, para las cuales las vacaciones pasan completamente desapercibidas. Es por esa razón, que aún durante el verano, todavía se pueden ver adolescentes vistiendo los uniformes del colegio, caminando por las calles y viajando en tren.

En cuanto a las vacaciones en las empresas, normalmente coinciden con las de los estudiantes, y son cortas, muy cortas para mi gusto... alrededor de una semana de vacaciones (en algunos afortunados casos).

Es así, que en mi familia japonesa todos coincidieron en sus días libres y pudimos disfrutar de un par de días diferentes.

Un viernes por la mañana viajamos a la prefectura de Shizuoka, con destino a la ciudad de Numazu, un lugar famoso entre los turistas por los Onsen (baños termales).

Fuimos directo a un lugar escondido y afortunadamente bastante desconocido por los locales.





Un sitio entre las montañas, con un tranquilo lago y una temperatura fresca para el verano: el lugar perfecto para un hacer un picnic.







Con una heladerita llena de provisiones, comenzamos la barbacoa, sobre el suelo de la playa, utilizando una gran plancha en donde cocinamos varios tipos de carnes maceradas, onigiri (bolas de arroz rellenas y recubiertas con alga nori), verduras e incluso yakisoba para el gran final (fideos salteados).





La sandía que se mantenía fresca dentro del agua del lago, fue partida al final, como si se tratara de una piñata. Ojos vendados y palo en mano, primero lo intentaron los niños...para luego pasar al turno de los adultos, quienes lo intentaron después de dar algunas vueltas alrededor del palo, para perder un poco el equilibrio.




A la tarde pasamos por el apartamento en donde nos alojaríamos para dejar nuestras pertenencias.

Algunos aprovechamos para salir a dar un paseo por el puerto que estaba a unas pocas cuadras: la vista valía realmente la pena.





A la noche, luego de la cena, encendimos unas vengalas frente al mar.




Y antes de irnos a dormir, jugamos a las cartas y contamos historias de terror.

Al día siguiente, desayunamos todos juntos (panes, café, yogurt) y salimos para pasar la mañana en la playa.





Al mediodía, antes de despedirnos, almorzamos en un mercado del puerto, todos platos con productos del mar.

Sashimi, langostinos tamaño extra grande ("jumbo ebi fry"), donburi de sashimi y mix de tempura, entre otros.








Nos separamos el sábado a la tarde, pero con Kiyo pasamos también el domingo en casa de sus padres.

Un fin de semana memorable y que me demostró, una vez más, que los japoneses también disfrutan de pasar en familia y de las cosas simples y hermosas que tiene la vida.





8 de agosto de 2016

Familia japonesa durante el verano

Estar en Japón durante el verano me ha permitido descubrir otra faceta de mi familia japonesa: disfrutan de estar reunidos todos juntos, tanto como disfrutamos con mi familia Uruguaya.

El verano permite realizar muchas mas actividades al aire libre y como los niños también están de vacaciones, pueden participar mucho más de las reuniones.

Así es que hemos pasado un sábado espectacular, con toda la familia reunida.

Llegamos al pueblo de Oiso (donde viven los padres de Kiyo) alrededor de las 9 de la mañana y en la puerta de la estación nos esperaba el "otouto" (hermano pequeño) de Kiyo.

En casa de mis suegros esperaban mi suegra y la esposa del hermano de Kiyo; nos aprontamos rápidamente y salimos caminando hacia "Oiso Long Beach" (unas pocas cuadras): un parque de agua, abierto únicamente durante el verano.

Allí ya estaban esperando el hermano mayor de Kiyo, junto a su esposa e hijos y mi suegro. Habían armado dos carpitas (con protector UV) en una zona del parque destinada a ese fin.

En las carpitas nos esperaban también una gran variedad de "provisiones chatarra" (tipo papitas chips) y bebidas frías.

Era un día súper soleado y de mucho calor así que casi en seguida de llegar, nos fuimos todos juntos directo a refrescarnos a una de las piscinas mas grandes. Los niños (de 2 y 6 años) equipados con flotadores y botesitos inflables.






El agua de todas las piscinas estaba calefaccionada para mantenerlas a una temperatura "fresca": temperatura más que ideal para ingresar sin tener un choque de frío y para refrescarse en un día de verano.


Había un par de grandes toboganes de los que uno se tiraba con inflables... Kiyo y yo no dudamos en hacer la fila para ingresar al mas grande, del cual te tirabas de a dos, en un inflables doble.

Nos divertimos tanto que estuvimos tentados a hacer la cola nuevamente, pero el sol estaba tan fuerte que decidimos abandonar la idea.






Para el almuerzo del mediodía no faltaron los puestos de comida con gran variedad de opciones de comida rápida japonesa. Nosotros optamos por ramen y "chicken katsu kare" o a la criolla: milanesa de pollo con arroz y salsa de curry.


A la tarde, después de tanta agua, volvimos a la casa de mis suegros para cambiarnos y descansar un poco.  Y luego de jugar un poco con los niños a las escondidas, volvimos a salir todos juntos; esta vez a uno de los eventos más populares del verano japonés: el evento de Hanabi.

Hanabi es una palabra japonesa compuesta por dos Kanjis (ideogramas): el de flor y el de fuego. Las flores de fuego no son otra cosa que lo que en español llamamos fuegos artificiales.

Los festivales de fuegos artificiales tienen lugar normalmente entre julio y agosto y se llevan a cabo en todas las regiones de Japón, repitiéndose cada año.

Muchas personas aprovechan la oportunidad para ir vestidos con "Yukata" (vestimenta tradicional japonesa de Verano). Por lo que en este tipo de evento también es posible admirar los diferentes colores de los hermosos "kimonos de verano" y sorprenderse con tanto elegancia japonesa.

Nosotros llegamos al lugar del evento alrededor de 2 horas antes de que comenzara el espectáculo. En el lugar había un montón de personas reunidas alrededor de un gran escenario en donde recién acababa de comenzar un concierto de un famoso cantante japonés.

En seguida nos separamos en grupos para hacer cola en los diferentes puestos de comida y así poder cenar todos juntos en estilo picnic.






La cena incluyó todo tipo de comida rápida japonesa como takoyaki (bolitas de masa con pulpo), okonomiyaki ("tortilla japonesa"), croquetas, pollo frito, yakitori (brochettes de pollo), etc.


Pusimos unas "alfombras" en el suelo y nos sentamos en el muelle, mirando hacia el agua y los barquitos. Allí hicimos nuestro picnic, esperando ansiosos los fuegos artificiales.






Y en un determinado momento todos los allí reunidos comenzaron una cuenta regresiva en voz alta y finalmente después de decir, con gran entusiasmo, "ichi" (1) un gran fuego se elevó en el aire y explotó en el cielo en brillantes colores.








Todos emocionados miraron los hanabi prestando gran atención y al final todos aplaudieron agradecidos por el espectáculo.

Un gran cierre de broche de oro para un precioso sábado de familia en Japón .

Después de todo, sin importar la cultura, la familia es la familia y a todos nos gusta pasar un buen rato juntos.






2 de agosto de 2016

Neko Cafe = café + gatos

Ya que sufro de "abstinencia de gatos", en una visita a la ciudad de Kawasaki (sí, de dónde sale la famosa marca), me animé y visité un "Neko Cafe" o como le diríamos en español: "Café con Gatos".

El Neko Café que visité se llama "Leon" y queda muy cerca de la estación de Kawasaki. Por lo que llegué allí, caminando, en pocos minutos.

Justo en la entrada había una zapatera, para descalzarse e ingresar al local sin los zapatos (lo que significa ingresar con menos gérmenes y suciedad del exterior). Hice lo propio e ingresé.

En seguida vino a recibirme una mujer la cual amablemente (y lentamente) me explicó bien las diferentes opciones, el modo de funcionamiento y algunas normas del "café".

La modalidad que existe en esas cafeterías es el cobro según el tiempo que se pasa allí... En el café al que fui, se podía elegir desde 30 minutos como tiempo mínimo hasta tiempo libre.

Los 30 minutos salían 600 yenes y había que comprar una bebida la cual podía ser del menú "sofisticado" de la carta (+500 yenes) o bebidas más sencillas en modalidad canilla libre (+300 yenes). Ya que era mi primera vez en un café de gatos, elegí el tiempo mínimo y la opción de bebidas más barata (fui por los gatos, no por las bebidas XD).

En seguida, la chica me dio una llave de locker para que pudiera dejar mis pertenencias tranquilamente y me aconsejó que si lo deseaba podía llevar mi cámara de fotos. Me explicó luego que antes de ingresar al área de los gatos, debía lavar y desinfectar mis manos. También me indicó que las bebidas se tomaban en el salón de la entrada y que no se podía ingresar con ellas en el área de los gatos.



Siguiendo las instrucciones, acondicioné perfectamente mis manos, tomé un vaso de té verde frío y en seguida ingresé para pasar unos 30 minutos en compañía de muchos gatos.


Café con gatos en Kawasaki Japón



Ya que era un martes a la mañana, afortunadamente sólo éramos 4 personas en la cafetería (más amor gatuno para mí!).

Los gatos realmente estaban en las suyas... En un área completamente acondicionada con montones de camitas mullidas, escalones en las paredes, varias tarimas para escalar y lugares para afilar las uñas.








La mayoría estaba haciendo lo que mas les  gusta; dormir. Pero había unos 3 gatitos de probablemente 4 meses que se dedicaban a molestar a todo el mundo, corriendo como locos por todo el lugar.






Sin duda un lugar que vale la pena visitar si vives en Japón y adoras a los animales! Y claro que este tipo de "cafeterías" con animales (hay de perros, serpientes, lagartijas, aves, etc) son rentables porque por aquí, por un tema de espacio, hay muchas personas que aunque amarían tener una mascota, no pueden tenerla (mi caso ahora mismo).