Estoy de regreso en Tokyo después de casi un semestre en Uruguay!
Aprovechamos la estadía para por fin celebrar nuestra boda con la familia y mudar oficialmente casi todas mis cosas del trabajo.😊😊😊
Ahora a lo nuestro!
Regresé a Tokyo vía Estados Unidos (Montevideo-Miami-Chicago-Tokyo).
Llegando a los aeropuertos, tenía una espera de alrededor de 1 hora y media, lo que resultó perfecto! Bajaba de un avión y prácticamente en seguida, subía al siguiente.
El vuelo Chicago- Tokyo fue operado por JAL (Japan Airlines) cuyos aviones son espaciosos y cómodos y el servicio, como lo he notado en otras ocasiones, suele ser 10 puntos. Sin embargo, hubo un "incidente" que llamó mucho mi atención.
Durante la comida, una de las azafatas japonesas me preguntó si quería el menú de pollo o el de carne...Elegí el de pollo. Entonces recibí una bandeja con una variedad de platillos (por cierto, el pollo tenía sabor a viejo, pero esa ya es otra historia).
En seguida, continuó preguntándole lo mismo, al pasajero japonés que viajaba sentado a mi lado. Él eligió lo mismo que yo pero entonces la azafata continuó ofreciéndole, adicionalmente, sopa de miso y tras el asentimiento del pasajero le sirvió la sopa en un vaso térmico...
Me quedé mirando la escena pasmada... Preguntándome si es que había olvidado ofrecerme la sopa que tanto adoro o si la situación era diferente... Sin mediar más palabras, continuó con su labor y entonces observé detenidamente su manera de actuar... Tristemente me percaté de que a los pasajeros japoneses se les ofrecía la sopa, mientras que con todos los extranjeros omitían la pregunta.
La discriminación tiene mucha facetas en todos los países y descubrí que se puede sentir incluso en el aire 😐 Me pregunto si alguien ha experimentado algo similar en un vuelo de JAL.
Por lo pronto, JAL tendrá que prestar mayor atención a sus azafatas japonesas descaradas que por prejuicio deciden que los extranjeros no desean tomar sopa de miso.
Diario en Japón
Historias culinarias, anécdotas de viaje y mucho más.
Japón
5 de febrero de 2018
31 de julio de 2017
Ciudad de Hiroshima
A principios de mes hicimos una visita express a la ciudad de Hiroshima.
Como bien es sabido, fue el lugar en donde ocurrió el primer bombardeo atómico de la historia, por parte de Estados Unidos, en agosto de 1945, sobre el final de la segunda guerra mundial. La bomba arrasó con la mitad de la población y convirtió a la ciudad, durante esa época, en un escenario trágico de escombros y desolación.
En la ciudad se puede encontrar la "Cúpula de la Bomba Atómica" o el "Memorial de la paz", un edificio que fue preservado tal cual se encontraba luego del bombardeo. Este edificio fue la estructura más próxima al lanzamiento de la bomba (150 metros en la horizontal y 600 metros en la vertical) que sobrevivió al impacto. La "Cúpula de la Bomba Atómica" se conserva hasta el día de hoy con el objetivo de recordar al mundo la devastación nuclear y para que semejante tragedia no vuelva a repetirse nunca más.
Caminando por la zona nos encontramos montones de turistas tomándose fotos y riendo animadamente sin ninguna demostración de solemnidad. Kiyo me comentó que, probablemente por el hecho de ser japonés, no se sentía a gusto con aquella vista de turistas despreocupados paseando por allí, como si nada. Yo, por mi parte, no soy partidaria de sacarme fotos con monumentos erigidos para recordar la desgracia, por lo que compartí su opinión y no creí que tuviera relación directa con el hecho de haber nacido en Japón.
Y es que además si te detienes a sentir y dejas un poco de lado las tonterías mundanas, caminando por allí puedes percibir una energía densa que probablemente a muchos hasta les pueda hacer sentir nauseas.
Incluso si encima ingresas al museo conmemorativo de la paz de Hiroshima (visita obligada) se te van las ganas de sonreír por un largo rato. Allí, puedes encontrarte con montones de historias y de posesiones de personas que en su mayoría no sobrevivieron el episodio de la bomba.
También en la zona se encuentra la "Llama de la Paz", una llama que permanecerá encendida hasta que la amenaza de las armas nucleares sean eliminada del planeta Tierra.
En las inmediaciones también puedes encontrar algunos japoneses voluntarios que se encuentran allí para difundir las historias de Hiroshima. Normalmente son personas mayores que están encantadas de poder conversar y compartir sus conocimientos y/o experiencias.
En fin, visitando Japón, Hiroshima es un lugar que vale la pena incluir, no solamente por lo que encuentras en la ciudad, sino que también por los pintorescos pueblitos que por allí se pueden recorrer.
Como bien es sabido, fue el lugar en donde ocurrió el primer bombardeo atómico de la historia, por parte de Estados Unidos, en agosto de 1945, sobre el final de la segunda guerra mundial. La bomba arrasó con la mitad de la población y convirtió a la ciudad, durante esa época, en un escenario trágico de escombros y desolación.
En la ciudad se puede encontrar la "Cúpula de la Bomba Atómica" o el "Memorial de la paz", un edificio que fue preservado tal cual se encontraba luego del bombardeo. Este edificio fue la estructura más próxima al lanzamiento de la bomba (150 metros en la horizontal y 600 metros en la vertical) que sobrevivió al impacto. La "Cúpula de la Bomba Atómica" se conserva hasta el día de hoy con el objetivo de recordar al mundo la devastación nuclear y para que semejante tragedia no vuelva a repetirse nunca más.
Caminando por la zona nos encontramos montones de turistas tomándose fotos y riendo animadamente sin ninguna demostración de solemnidad. Kiyo me comentó que, probablemente por el hecho de ser japonés, no se sentía a gusto con aquella vista de turistas despreocupados paseando por allí, como si nada. Yo, por mi parte, no soy partidaria de sacarme fotos con monumentos erigidos para recordar la desgracia, por lo que compartí su opinión y no creí que tuviera relación directa con el hecho de haber nacido en Japón.
Y es que además si te detienes a sentir y dejas un poco de lado las tonterías mundanas, caminando por allí puedes percibir una energía densa que probablemente a muchos hasta les pueda hacer sentir nauseas.
Incluso si encima ingresas al museo conmemorativo de la paz de Hiroshima (visita obligada) se te van las ganas de sonreír por un largo rato. Allí, puedes encontrarte con montones de historias y de posesiones de personas que en su mayoría no sobrevivieron el episodio de la bomba.
También en la zona se encuentra la "Llama de la Paz", una llama que permanecerá encendida hasta que la amenaza de las armas nucleares sean eliminada del planeta Tierra.
En las inmediaciones también puedes encontrar algunos japoneses voluntarios que se encuentran allí para difundir las historias de Hiroshima. Normalmente son personas mayores que están encantadas de poder conversar y compartir sus conocimientos y/o experiencias.
En fin, visitando Japón, Hiroshima es un lugar que vale la pena incluir, no solamente por lo que encuentras en la ciudad, sino que también por los pintorescos pueblitos que por allí se pueden recorrer.
22 de junio de 2017
Mi apellido no es japonés
En Japón, al igual que en muchos otros países, cuando una mujer se casa, adopta el apellido del marido, dejando completamente atrás el apellido de su propia familia. En cambio, en Uruguay, cada uno mantiene su apellido e incluso, oficialmente, lleva dos, el apellido de su padre (en primer lugar) y el de su madre.
En mi caso, a pesar de estar casada con un japonés no he dejado atrás mis apellidos, ya que como en mi país las reglas son otras, el cambio no se produce automáticamente. Por lo tanto, en Japón, mi apellido sigue siendo "Fraga", a pesar de estar casada con un "Miyoshi".
Cada vez que me preguntan por mi nombre, siempre hay confusiones. ¿Cómo es que tu apellido no es japonés? y bla bla bla...
El cambio de apellido claro que es posible... aunque los trámites, como todo lo legal, son bastante tediosos... empezando con que debería también hacer el trámite en mi país (la embajada Uruguaya en Japón va un poco detrás con el tema trámites! ni siquiera pueden legalizar mi matrimonio en Uruguay XD), cambiar mi nombre en todos mis documentos legales, etc...
Con todo, pasaría a llamarme Miyoshi Andrea... un apellido japonés, con un nombre extranjero... y un rostro más extranjero aún... Amputarían completamente mi primer apellido de origen español, y mi segundo de origen ruso... orígenes de los cuales estoy orgullosa y aún no preparada para que me sean amputados... Después de todo, tampoco estoy acostumbrada a la idea de que llevar el apellido del esposo sea lo normal.
A pesar de todos mis peros, supongo que las cuestiones cambian cuando se tienen hijos.. Aquí los hijos llevan un sólo apellido, el mismo que tienen sus padres (que originalmente es el de la familia del padre)... para ese entonces, el apellido "Fraga" quedaría más que en el olvido... Y Andrea Fraga... pasaría a tener "Menganitos Miyoshi" .... No sé si me hago entender... pero esos niños no tendrían un nombre que los emparentara conmigo...
En fin, cuestiones legales que aún me niego a atender... Aunque Kiyo está ansioso por que pase a llevar su apellido... Aún me siento muy Fraga... todavía tendré que esperar un largo tiempo para dar una respuesta positiva al cambio de nombre... si es que decanto al final por esa opción.
En mi caso, a pesar de estar casada con un japonés no he dejado atrás mis apellidos, ya que como en mi país las reglas son otras, el cambio no se produce automáticamente. Por lo tanto, en Japón, mi apellido sigue siendo "Fraga", a pesar de estar casada con un "Miyoshi".
Cada vez que me preguntan por mi nombre, siempre hay confusiones. ¿Cómo es que tu apellido no es japonés? y bla bla bla...
El cambio de apellido claro que es posible... aunque los trámites, como todo lo legal, son bastante tediosos... empezando con que debería también hacer el trámite en mi país (la embajada Uruguaya en Japón va un poco detrás con el tema trámites! ni siquiera pueden legalizar mi matrimonio en Uruguay XD), cambiar mi nombre en todos mis documentos legales, etc...
Con todo, pasaría a llamarme Miyoshi Andrea... un apellido japonés, con un nombre extranjero... y un rostro más extranjero aún... Amputarían completamente mi primer apellido de origen español, y mi segundo de origen ruso... orígenes de los cuales estoy orgullosa y aún no preparada para que me sean amputados... Después de todo, tampoco estoy acostumbrada a la idea de que llevar el apellido del esposo sea lo normal.
A pesar de todos mis peros, supongo que las cuestiones cambian cuando se tienen hijos.. Aquí los hijos llevan un sólo apellido, el mismo que tienen sus padres (que originalmente es el de la familia del padre)... para ese entonces, el apellido "Fraga" quedaría más que en el olvido... Y Andrea Fraga... pasaría a tener "Menganitos Miyoshi" .... No sé si me hago entender... pero esos niños no tendrían un nombre que los emparentara conmigo...
En fin, cuestiones legales que aún me niego a atender... Aunque Kiyo está ansioso por que pase a llevar su apellido... Aún me siento muy Fraga... todavía tendré que esperar un largo tiempo para dar una respuesta positiva al cambio de nombre... si es que decanto al final por esa opción.
13 de junio de 2017
Korean Town en Tokyo
Este fin de semana hemos pasado a darle una visita al barrio coreano, en Shin-okubo.
Yo ya había estado allí anteriormente, pero en solitario y tomando otro camino.
Esta vez, nos bajamos en la estación de Shinjuku, y desde allí, a través de una caminata de alrededor de 10 minutos, llegamos a la zona de Shin-okubo, o más conocida como el Korean Town de Tokyo.
En Shin-okubo se encuentra el barrio coreano más grande fuera de Corea del Sur.
El barrio está repleto de locales de moda coreana, de merchandising de famosos cantantes y actores coreanos (o mejor dicho, de "idols coreanos"), de cosméticos, supermercados especializados y una gigantesca variedad de restaurantes de deliciosa comida coreana.
En mi primera visita me pasé por un restaurante de pollo frito y pedí adicionalmente una sopa de fideos y mariscos picante, conocida como cham pong, una delicia!
Y como Kiyo es tan fanático de la comida coreana como yo, terminamos volviendo al barrio juntos, pero esta vez, después de un poco de investigación previa en la red, nos fuimos a comer cerdo asado coreano, conocido como Samgyeopsal, en un restaurante muy recomendado.
El restaurante, llamado Kintatsurai, es el número 1 del barrio a la hora del almuerzo, ya que ofrece calidad y abundancia combinada con un buen precio. La opción del almuerzo que elegimos, fue la del espeto corrido de 70 minutos de Samgyeopsal, el cual ofrecía 3 variedades de sabor de cerdo, abundancia de hojas verdes en las cuales envolver el cerdo asado y diferentes acompañamietos como el japchae, toppogi, omelette coreano, ensaladas, etc
Durante los 70 minutos se podía volver a ordenar, todas las veces que quisieras... eso sí, había que ordenar a consciencia, sabiendo que lo que llegara a la mesa había que comerlo.
Todo por 1500 yenes (USD15) por persona! Y hay que recordar que la carne en Japón es cara, así que realmente un excelente precio porque la comida estaba riquísima!
Sin lugar a dudas volveremos al Korean Town próximamente, ya que nos quedamos con las ganas de probar el plato popular de moda: Cheese Dak Galbi (carne de pollo, verduras y mucho queso asados).
Recomendación de restaurant para comer Samgyeopsal (cerdo asado):
http://kintatsurai.jp/
Goggle maps: 金達莱, 〒169-0073 東京都新宿区 ウイスタリアビル百人町 B1
Yo ya había estado allí anteriormente, pero en solitario y tomando otro camino.
Esta vez, nos bajamos en la estación de Shinjuku, y desde allí, a través de una caminata de alrededor de 10 minutos, llegamos a la zona de Shin-okubo, o más conocida como el Korean Town de Tokyo.
En Shin-okubo se encuentra el barrio coreano más grande fuera de Corea del Sur.
El barrio está repleto de locales de moda coreana, de merchandising de famosos cantantes y actores coreanos (o mejor dicho, de "idols coreanos"), de cosméticos, supermercados especializados y una gigantesca variedad de restaurantes de deliciosa comida coreana.
En mi primera visita me pasé por un restaurante de pollo frito y pedí adicionalmente una sopa de fideos y mariscos picante, conocida como cham pong, una delicia!
Y como Kiyo es tan fanático de la comida coreana como yo, terminamos volviendo al barrio juntos, pero esta vez, después de un poco de investigación previa en la red, nos fuimos a comer cerdo asado coreano, conocido como Samgyeopsal, en un restaurante muy recomendado.
Samgyeopsal |
El restaurante, llamado Kintatsurai, es el número 1 del barrio a la hora del almuerzo, ya que ofrece calidad y abundancia combinada con un buen precio. La opción del almuerzo que elegimos, fue la del espeto corrido de 70 minutos de Samgyeopsal, el cual ofrecía 3 variedades de sabor de cerdo, abundancia de hojas verdes en las cuales envolver el cerdo asado y diferentes acompañamietos como el japchae, toppogi, omelette coreano, ensaladas, etc
Toppogi |
Japchae |
Samgyeopsal y Kimchi |
Durante los 70 minutos se podía volver a ordenar, todas las veces que quisieras... eso sí, había que ordenar a consciencia, sabiendo que lo que llegara a la mesa había que comerlo.
Todo por 1500 yenes (USD15) por persona! Y hay que recordar que la carne en Japón es cara, así que realmente un excelente precio porque la comida estaba riquísima!
Sin lugar a dudas volveremos al Korean Town próximamente, ya que nos quedamos con las ganas de probar el plato popular de moda: Cheese Dak Galbi (carne de pollo, verduras y mucho queso asados).
Recomendación de restaurant para comer Samgyeopsal (cerdo asado):
http://kintatsurai.jp/
Goggle maps: 金達莱, 〒169-0073 東京都新宿区 ウイスタリアビル百人町 B1
15 de abril de 2017
De visita a Uruguay
Ya hace un año desde que llegué a Japón.
Sin embargo, hoy estoy regresando a Montevideo!
Desde entonces, ha sido un año de muchos cambios. Mudarse a otro lugar nunca es fácil y menos aún si eso implica otro idioma y otra cultura, completamente diferentes; además... hay una distancia de 30 horas de viaje en avión que me separa de mi familia. No se puede regresar fácilmente.
Sin embargo, hoy estoy regresando a Montevideo!
En el trabajo mi energía se fue consumiendo rápidamente... Quienes siguen mi diario a través de facebook, ya sabrán de algunas cosas bastante negativas que ocurren en el régimen de trabajo japonés y que la pastelería en la que estaba trabajando no era la excepción.
Fui testigo de situaciones bastante violentas y de comportamientos, que dentro de mi cultura, son inaceptables. Hasta que ya no pude soportarlo más. Dejé el trabajo y solamente puedo pensar que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Todo lo venga después será mucho mejor!
Estaré un mes en Uruguay, recargaré las pilas y luego regresaré a Tokyo con la energía renovada!
Gracias como siempre a todos los que pasan por aquí!
Gracias como siempre a todos los que pasan por aquí!
10 de abril de 2017
Hanami
Hanami es un término en japonés que significa "Ver flores" y se refiere sobre todo a la tradición que tienen los japoneses de, en cada primavera, ir a admirar la belleza de las flores de los cerezos Sakura.
El fin de semana fuimos a la prefectura de Shizuoka, con una pareja de amigos para aprovechar a hacer algo diferente, salir un poco de Tokyo, y a la vez poder "hacer hanami".
Llegamos el viernes por la noche, luego de comprar muchos "víveres"en Don quijote (porquerías y tragos). Cenamos en un bar japonés o izakaya, del tipo al que la gente va a comer liviano y a tomar alcohol y luego fuimos a quedarnos al apartamento de veraneo de la familia de Kiyo.
Al día siguiente, nos despertamos y salimos directamente a almorzar en un restaurant de productos del mar.
Todos pidieron un bowl de sashimi (pescado crudo) y yo me pedí pescado frito.
Y a la noche, sashimi, muchas porquerías y tragos frutales japoneses.
El fin de semana fuimos a la prefectura de Shizuoka, con una pareja de amigos para aprovechar a hacer algo diferente, salir un poco de Tokyo, y a la vez poder "hacer hanami".
Llegamos el viernes por la noche, luego de comprar muchos "víveres"en Don quijote (porquerías y tragos). Cenamos en un bar japonés o izakaya, del tipo al que la gente va a comer liviano y a tomar alcohol y luego fuimos a quedarnos al apartamento de veraneo de la familia de Kiyo.
Al día siguiente, nos despertamos y salimos directamente a almorzar en un restaurant de productos del mar.
Todos pidieron un bowl de sashimi (pescado crudo) y yo me pedí pescado frito.
Todo muy, pero muy abundante. y cada uno de los "platos" por alrededor de 1100 yenes (USD 11)
Estando en la prefectura de Shizuoka, en donde se produce uno de los mejores té verde, no podía faltar un helado de té verde matcha para el postre!
Luego, a pesar de la lluvia incesante, nos fuimos a admirar las flores de los Sakura, en un "templo".
Sobre la entrada estaban celebrando un "Omatsuri" (festival) por el florecimiento de los Sakura.
Así que allí estaban, un montón de puestitos ofreciendo diferentes tipos de comida rápida japonesa.
Y a cada lado, el camino estaba revestido por un corredor Cerezos Sakura, rebosantes de delicadas flores.
También nos encontramos con que estaban celebrando un par de bodas tradicionales. Le embocaron perfecto a la fecha del florecimiento de las flores! Aunque una verdadera lástima por el clima lluvioso!
A pesar de que no era mi más grande deseo, terminamos el día yendo a un Onsen...: los baños termales que tanto aman los japoneses... esos lugares en los que se sacan toda la ropa y entran al agua caliente...
No me siento cómoda estando sin ropa... De hecho, yo soy una de esas mujeres que en los vestuarios de un club estaría haciendo malabares con la toalla...
Entramos y los hombres fueron hacia un lado, y nosotras hacia el otro. Mi esposo me había explicado que muchas personas entran al sitio del onsen tapándose con una pequeña toalla, y que al ingresar al agua se la retiran... Lo cierto es que me encontré con que yo era la única mujer tapándose y que todas caminaban naturalmente como "dios las trajo al mundo".
No termino de entender, cuál será la necesidad de estar completamente desnudo en un baño termal... Pero puedo decir que la experiencia fue menos chocante de lo que me había imaginado y probablemente debido a que mi compañera actuaba de lo más tranquila y normal.
Por razones obvias, no tengo fotos para mostrar como se ve dentro del onsen, pero pueden ver montones en la web.
30 de diciembre de 2016
Reunión de la familia japonesa previo a Año Nuevo
El 29 los padres de Kiyo nos pasaron a buscar para ir juntos a Chiba, al hostal de una de las tías abuelas.
Después de alrededor de una hora y media de viaje (desde Tokyo) arribamos a destino. Y de a poco fueron llegando todos: hermanos, esposas, hijos, primos, tíos, abuelos...
Para el evento familiar, la tía abuela de Kiyo debió cerrar el hostal, ya que se trataba de más de 20 personas que pasarían el día y la noche allí.
Un lugar con hamacas, mini golf, canchita de basket y muy cerca de un parque que visitamos por la tarde... Los niños estaban en el paraíso!
La cena comenzó a las 6 de la tarde y había una gran cantidad y variedad de comida.
Edamame (vaina con porotos verdes adictivos), gyozas fritas (empanaditas japonesas), rollitos de jamón, sofrito de renkon (un tipo de raíz crocante y muy rica!), kimchi de vegetales y pulpo, nimono de mariscos (un estilo de guiso japonés), rollitos de carne con salsa de tomate, hamburguesas con salsa demi glace, croquetita de cangrejo con salsa crema de curry, sashimi (pescado crudo), etc
Todo un gran banquete en una larga mesa!!!! Y claro que tratándose de japoneses, abundaban las bebidas alcohólicas: cervezas, sake, bebidas del tipo sour (refrescos más una bebida alcohólica llamada "shochu") y el delicioso "Umeshu" (licor a base de ciruelas japonesas) casero de mi suegra...
Y bien, aparte de tratarse de una celebración por fin año, también coincidía con el cumpleaños de otra de las tías abuelas de Kiyo, por lo que la clásica torta de crema y frutillas estuvo presente para acompañar el cántico de "Hapi Basudei" (happy birthday)... Y la cumpleañera (septuagenaria) al parecer estaba pasando tal buen rato que olvidó llevar la cuenta de los vasos de bebida que tomaba... así es que su noche acabó en el baño, vomitando todo lo que había ingerido...
Por otro lado, tuvimos también una instancia de juego de mesa: el conocido "Monopoly"... Un juego de mesa al que jugaba en Uruguay, desde la niñez y que probablemente todos conozcan... Me encontré con que la versión japonesa, es exactamente igual. Para no salirnos de la rutina de siempre, Kiyo ganó el juego...
Antes de dormir, muchos pasamos por los baños... yo sólo para ducharme, pero otros también para meterse en el "gran ofuro" (bañera con agua muy caliente) del hostal. A mí, eso de compartir el agua
de la bañera con tantas personas aún no me convence XD
Y finalmente subimos al piso superior, en donde las habitaciones se encontraban a los lados de un
pasillo, el cual desembocaba en el área de lectura: repisas llenas de mangas (historietas japonesas).
En los cuartos, descansamos en futones, sobre pisos de tatami: dormitorios tradicionales.
A las mañana, nos despertamos cuando los niños vinieron a golpear diciendo: "el desayuno ya está listo"... y bien, frente al llamado, no nos quedó más remedio que estar desayunando antes de las 8am; pero el delicioso desayuno tradicional japonés valió la pena (arroz, sopa de miso, salmón, tofu e incluso variedad de panes).
Antes de que cada uno regresara a sus hogares, pasamos a almorzar (previa reserva), todos juntos a un restaurante especializado en platos con pescado. Se trataba de un restaurante muy popular, en el que tuvimos la suerte que aceptaran una reserva de 20 personas, una hora antes de ir... ya que a la salida, nos encontramos con mucha gente haciendo cola para ingresar. Los platos deliciosos!
Un par de días espectaculares, de esos que como familiera que soy, disfruto al máximo :D
Después de alrededor de una hora y media de viaje (desde Tokyo) arribamos a destino. Y de a poco fueron llegando todos: hermanos, esposas, hijos, primos, tíos, abuelos...
Para el evento familiar, la tía abuela de Kiyo debió cerrar el hostal, ya que se trataba de más de 20 personas que pasarían el día y la noche allí.
Un lugar con hamacas, mini golf, canchita de basket y muy cerca de un parque que visitamos por la tarde... Los niños estaban en el paraíso!
La cena comenzó a las 6 de la tarde y había una gran cantidad y variedad de comida.
Edamame (vaina con porotos verdes adictivos), gyozas fritas (empanaditas japonesas), rollitos de jamón, sofrito de renkon (un tipo de raíz crocante y muy rica!), kimchi de vegetales y pulpo, nimono de mariscos (un estilo de guiso japonés), rollitos de carne con salsa de tomate, hamburguesas con salsa demi glace, croquetita de cangrejo con salsa crema de curry, sashimi (pescado crudo), etc
Todo un gran banquete en una larga mesa!!!! Y claro que tratándose de japoneses, abundaban las bebidas alcohólicas: cervezas, sake, bebidas del tipo sour (refrescos más una bebida alcohólica llamada "shochu") y el delicioso "Umeshu" (licor a base de ciruelas japonesas) casero de mi suegra...
Y bien, aparte de tratarse de una celebración por fin año, también coincidía con el cumpleaños de otra de las tías abuelas de Kiyo, por lo que la clásica torta de crema y frutillas estuvo presente para acompañar el cántico de "Hapi Basudei" (happy birthday)... Y la cumpleañera (septuagenaria) al parecer estaba pasando tal buen rato que olvidó llevar la cuenta de los vasos de bebida que tomaba... así es que su noche acabó en el baño, vomitando todo lo que había ingerido...
Por otro lado, tuvimos también una instancia de juego de mesa: el conocido "Monopoly"... Un juego de mesa al que jugaba en Uruguay, desde la niñez y que probablemente todos conozcan... Me encontré con que la versión japonesa, es exactamente igual. Para no salirnos de la rutina de siempre, Kiyo ganó el juego...
Antes de dormir, muchos pasamos por los baños... yo sólo para ducharme, pero otros también para meterse en el "gran ofuro" (bañera con agua muy caliente) del hostal. A mí, eso de compartir el agua
de la bañera con tantas personas aún no me convence XD
Y finalmente subimos al piso superior, en donde las habitaciones se encontraban a los lados de un
pasillo, el cual desembocaba en el área de lectura: repisas llenas de mangas (historietas japonesas).
En los cuartos, descansamos en futones, sobre pisos de tatami: dormitorios tradicionales.
A las mañana, nos despertamos cuando los niños vinieron a golpear diciendo: "el desayuno ya está listo"... y bien, frente al llamado, no nos quedó más remedio que estar desayunando antes de las 8am; pero el delicioso desayuno tradicional japonés valió la pena (arroz, sopa de miso, salmón, tofu e incluso variedad de panes).
Antes de que cada uno regresara a sus hogares, pasamos a almorzar (previa reserva), todos juntos a un restaurante especializado en platos con pescado. Se trataba de un restaurante muy popular, en el que tuvimos la suerte que aceptaran una reserva de 20 personas, una hora antes de ir... ya que a la salida, nos encontramos con mucha gente haciendo cola para ingresar. Los platos deliciosos!
Un par de días espectaculares, de esos que como familiera que soy, disfruto al máximo :D
Suscribirse a:
Entradas (Atom)